El Hotel de los Líos, cerrado por reformas desde que asumiera su dirección el señor Saavedra, parece que pretende reabrir sus puertas este sábado.
Momo remodela y reconfecciona una vez más su organigrama y a ver si con éstas logra por fin que el chiringuito funcione, al menos, dignamente. ¿Y cómo lo ha hecho? Pues entre viaje y viaje, que en sus innumerables alojamientos extranjeros habrá ido tomando ideas. Tal vez se le aclararan en su última escapadita artística a Berlín. Porque lo de Saavedra es cosa de arte, el arte deconstruccionista concretamente, pues anda que no le gusta armar y desarmar gobiernos mientras la ciudad se llena de hoyos.
Y es una pena, oiga. Un mandatario del prestigio de Jerónimo Saavedra, el canario que más alto ha llegado en la política, después de Juan Negrín, que fuera presidente de la República, no merece, por respeto a los electores que le votaron y a sí mismo, "morir" políticamente de esta manera. Después de ser presidente del Gobierno de Canarias y ministro en dos ocasiones, terminar su carrera política -pues éste es su final- con el dudoso honor de haber perdido la confianza de sus electores en tan sólo dos años es, cuanto menos, para echar unas lagrimillas.
Merecería, una carrera como la de Saavedra, terminar por todo lo alto. Con los debidos honores y galardones. Pero, si no pone rumbo a la nave socialista, con un golpe de timón, dejará en el recuerdo de los canarios la pésima gestión llevada a cabo en el hotel Metropole. Y lo que es peor, puede acabar haciendo pagar a su partido su desdén hacia el rédito político de sus acciones.
"Ya sabemos que Saavedra es de artificios de última hora" |
Pero volvamos a este sábado. Un sábado de expectativas sobre el que se han escrito ríos de tinta pero que puede dar más de una sorpresa. Que ya sabemos que Saavedra es de artificios de última hora. Parece claro que el punto clave de su remodelación, perdidas las esperanzas con Blas Trujillo, es la recuperación de un histórico como Sebastián Franquis. Valores y cualidades no parecen faltarle al fundador de la corriente de los chanistas. De hecho, cuando renunció a su Concejalía en el Ayuntamiento, el propio José Manuel Soria, alcalde por aquel entonces y en absoluto dado a piropear a sus contrincantes, lo reconoció como un "caballero de la política". Él será el que se convierta en el hombre fuerte sobre el que gire la nueva política municipal. Será el nuevo gerente del hotel, vamos, en cuyo despacho tomarán asiento las competencias a las que Teresita Morales ha renunciado este mismo viernes. Bien haría Franquis en tener ojos en la nuca, en no fiarse de nadie y en imponer mano dura si quiere sobrevivir a tal honor.
Mientras, Teresita se aparta a un lado del camino, pero se queda en uno de sus márgenes, al mantenerse como concejala. Podríamos decir que pasa a ser la camarera del hotel, pero para eso tendría que servir algo a los ciudadanos, y por lo que vemos, más bien se va a dar por servida cobrando los pluses por asistencia a plenos y comisiones. La dejaremos pues como huesped vitalicio del recinto: bien servida, bien comida y nada de moverse... En realidad no cambia mucho a su labor de los últimos dos años. Sólo que ahora quizás se alejen un par de centímetros su eternas aspiraciones al sillón de don Saavedra.
¿Y qué pinchan en el hotel López Aguilar o Arcadio Díaz Tejera? Según los cercanos, poco o nada. O al menos eso pretende Saavedra. Ya se sabe que el PSOE funciona por familias, con núcleos y células de poder independientes. Todo se reparte. Cada cual se lo guisa y se lo come en su rincón. (Estrategia enormemente distante, con sus pros y sus contras del personalismo excesivo que Soria da al PP local, donde su sombra todo lo abarca). Y en Las Palmas de Gran Canaria manda Saavedra, y a partir de ahora en tandem con Franquis, les guste o no a Aguilar y Díaz
Pero no son los únicos que se quedarán sin habitación en el hotel. Franquis no es nada amigo de Caco Henríquez, que pierde influencias en los pasillos hoteleros mientras sus largos tentáculos se van recortando. Tras la jugada de la Caja, donde no logró la ansiada Presidencia, ahora queda tocado nuevamente.
Con la pérdida del elfante Trujillo, se mantiene la incógnita sobre quién asumirá el peso de la contabilidad del hotel |
La gran incógnita sin embargo se centra en quién ocupará el lugar de Espino, concejal malogrado de Hacienda. Claro queda para todos, menos para él mismo según sus propias palabras, que el ilustre docente universitario sera uno de los damnificados de la reforma del Metropol. Sin embargo, con la pérdida del elefante Trujillo, se mantiene la incógnita sobre quien asumirá el peso de la contabilidad del hotel. Que hay mucho que pagar y poco dinero, y en tiempos de crisis nadie quiere manejar la caja fuerte.
Sin embargo, Néstor Hernández coge peso en los despachos del hotel. A pesar de su vinculación en el anterior mandato municipal a Arcadio Díaz Tejera, da la sensación de que se ha acercado al sol que ahora calienta y Saavedra ha decidido reforzar su presencia en la nueva Corporación regalándole su tan ansiada portavocía del Grupo de Gobierno. Hernández será así el nuevo recepcionista de este hotel, dando las voces oportunas con su conocida facilidad de palabra, pero sin soltar su ya pesado puesto a cargo de eso que tanto le gusta a él: "las tripas y las arterias de la ciudad", manteniendo su dominio sobre Urbanismo, Vivienda, Desarrollo Sostenible y, le guste o no, Emalsa.
Nardy Barrios y Aday Ruiz, que ni fu ni fa en esta historia y que comparten habitación en el hotel, pero no cama, parece que se quedarán en sus respestivos hospedajes, al menos de momento. ¿Por qué? Saavedra en eso siempre lo ha tenido claro: a los huéspedes molestos hay que tenerlos contentos o te atascan el buzón con hojas de reclamaciones... Si no que se lo pregunten a Pepa.
De este modo se reabrirá el Hotel de los Líos, cuya nueva directiva tendrá que demostrar a sus más de 400.000 clientes que merece la pena seguir financiando su hospedaje en el Metropole. Y más vale que así sea, por respeto a esta urbe, por respeto al propio PSOE y a sus simpatizantes, y al propio Saavedra. Estamos en el ecuador del mandato, cierto colchón tendrá el nuevo equipo entrante. Esperemos que pueda enderezar la nave y acabar la gestión con dignidad. En pleno siglo XXI no deben olvidar los socialistas canarios que toda administración hotelera que se precie moderna debe tener como único objetivo, como obsesión, una sola cosa: gestionar. Algo que no se ha hecho hasta ahora en estos nefastos dos años y que de no hacerse con inmediatez y buen tino a la mayor brevedad posible, tendrá como resultado un cambio de los de verdad en el ático del hotel.
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