viernes, 26 de febrero de 2010

Una brutal paliza casi acaba con un joven de 22 años


PEDRO GUERRA
"Pensamos que lo habían matado". Los testigos presenciales de una brutal paliza a un joven que se inició en una guagua de transporte público acabaron convencidos de que la víctima, a la que patearon en el vehículo y luego persiguieron hasta darle alcance y dejarlo inconsciente en el suelo, había fallecido. La Policía Nacional ha detenido a tres de los cinco presuntos autores de la agresión, mientras los otros dos se encuentran en busca y captura aunque perfectamente identificados. Uno de los detenidos tiene 16 años.


Los hechos ocurrieron a las 6.30 horas de la mañana del pasado 14 de febrero. Un joven de 22 años volvía de una noche de carnavales en la guagua que realiza el trayecto Parque Santa Catalina-Teatro Pérez Galdós cuando casi acaban con su vida de una paliza. Un grupo de jóvenes "visiblemente violentos" según las declaraciones de los testigos, empezó a insultar al chófer. La víctima intentó mediar con una frase similar a "dejen al chófer tranquilo" y acabó pateado en el suelo de la guagua.


Cuando el vehículo llegó al final de trayecto logró huir por las inmediaciones del teatro Pérez Galdós, pero los agresores, de edades comprendidas entre los 16 y los 21 años, lo persiguieron hasta darle alcance y volver a patearlo con extrema brutalidad. "Le pegaron patadas en la cabeza con mucha contundencia. Fue bestial", declaró un testigo que presenció la agresión en compañía de su novia y relató a la policía que tenían la certeza de que la víctima yacía muerta en el suelo.


El joven de 22 años quedó inconsciente en el suelo, mientras sus agresores se marcharon "jactándose de lo hecho", según otro testigo. Cuando llegó la policía al lugar de los hechos, la víctima presentaba numerosos golpes en la cabeza, había perdido dos dientes e incluso fue mordido. Tras la agresión perdió el conocimiento en un par de ocasiones hasta que una ambulancia lo trasladó al Hospital Insular.


La víctima, vecino de la capital grancanaria, declaró: "Intenté huir por la calle Lentini cuando paró la guagua, pero me alcanzaron detrás del teatro Pérez Galdós". Fruto de las patadas y los golpes que recibió, incluso mordeduras, "perdí el conocimiento". Fue en ese momento cuando varios testigos pensaron que la víctima había fallecido.

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