lunes, 9 de agosto de 2010

´Hay líderes vecinales que consiguen paradas de guaguas a cambio de votos´


Sebastián Sansó / Gerente de Guaguas

El dirigente aboga por una profunda reforma de la empresa que debe empezar por adaptar a la nueva ciudad


MIGUEL M. GUEDES - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Lleva año y medio al frente de la compañía y le ha tocado sufrir los peores momentos, desde el amago de privatización hasta la desesperante tardanza del Gobierno y el Cabildo en hacer frente a la deuda histórica. Con todo, cree que lo peor ha pasado, aunque es consciente de que Guaguas necesita una profunda reforma que debe empezar por adaptarse a la nueva ciudad.

- Guaguas estaba muerta hace año y medio y luego pareció que hubo un milagro. ¿No será que se improvisó su intento de privatización?

- No creo que hubiera improvisación. En su momento se contemplaron dos opciones: el acuerdo tripartito entre las tres administraciones para entrar en el accionariado de guaguas o dar entrada al capital privado. Las dos líneas caminaron en paralelo, pero fue más polémica la de la privatización. Luego, la predisposición del Gobierno parecía próxima a la colaboración y, paralelamente, se produce un cambio en el comité de empresa que permite un diálogo con los trabajadores y se caminó en el sentido de la reducción de costes, y ahora falta que el Gobierno y el Cabildo paguen. Si no, habrá problemas de tesorería.

- Durante aquellos meses de incertidumbre se recortaron trayectos en los barrios ¿No cree que eso devalúa la compañía, que los viajeros pierden su confianza y dejan de coger la guagua?

- La única reducción que se llevó a cabo fue el fin de semana y, básicamente, los sábados. La oferta entre semana permanece inalterable. Lo que hicimos fue seguir los consejos de los expertos de reducir la sobreoferta los fines de semana. Además, teníamos que pagar el 80% de los servicios del sábado en horas extras. Era muy caro. Y sí, la oferta tira de la demanda, hay que ver a qué costes.

- ¿Puede usted garantizar que no habrá más recortes en los barrios?

- Sí, sí, no habrá más recortes en los barrios, entendiendo como recortes la supresión de líneas. Sí puede haberlos de trayectos. En el Cono Sur, por ejemplo, se acaba de suprimir la línea 60 del mercado de Vegueta a Tres Palmas en consenso con los vecinos, y se alargó la línea 6 y el transbordo gratuito con la línea 13. Cada vez que quitemos una línea, se buscará antes el acuerdo con los vecinos.

- La pérdida de viajeros es el cáncer de la compañía y por culpa de su gestión de muchos años. ¿Está de acuerdo en que Guaguas no ha sabido adaptarse al crecimiento de la ciudad, la Circunvalación, por ejemplo?

- Completamente de acuerdo. Guaguas ha vivido ajena al crecimiento de la ciudad y le ha pasado factura. Las empresas de transporte urbano, a raíz del bum inmobiliario que se vivió a finales de los 90 y principios del 2000, tuvieron que reorientar sus líneas en todas las capitales españolas. Eso se hace con instrumentos técnicos como las matrices origen-destino y los planes de movilidad urbana sostenibles. El último estudio de movilidad serio que se hizo en esta ciudad es del año 93. Imagínese lo poco que se ha hecho y lo mucho que ha cambiado. Desde esa fecha, Guaguas se ha dedicado a parchear la red.

- Hay líneas demasiado largas y no se pone solución a ellas, como acuerdos de sentido común con Global para repartírselas o más transbordos. ¿Hasta cuándo va a durar esta rémora?

- Vamos a retomar los contactos con Global para establecer un plan de coordinación, y el Ayuntamiento ya lo ha solicitado a través de la Autoridad Única del Transporte. Vamos a retomar ese plan en Tamaraceite.

- Los recorridos que hacen las guaguas también se eternizan por el exceso de paradas ¿Falta mucho para el fin del disparate?

- Como no hay un estudio serio que nos indique las necesidades de movilidad, Guaguas ha ido funcionando a base de presiones de colectivos para poner sus paradas. ¿Cuándo se va a acabar este disparate? Cuando se termine el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que será el instrumento más potente de la compañía en los últimos 20 años. Hay un estándar nacional de distancia entre paradas, pero aquí se ha cedido a la presión del líder vecinal que tiene a su mujer impedida y que exige una parada, que se da a cambio de votos. Eso debe cambiar.

- El alcalde prometió en 2007 líneas exprés, que acortaran el tiempo de recorrido. En lugar de eso, la velocidad comercial sigue atascada.

- La velocidad comercial de Guaguas no es mala, ronda los 14 kilómetros y está en la media nacional, aunque tenemos alguna línea importante, como la 1, con una velocidad mala. La idea de la guagua exprés es relativamente sencilla. Se trata de que las líneas rápidas que recorren la ciudad, las articuladas, fueran alimentadas con otras guaguas. No se ha podido hacer por las dificultades económicas para comprar vehículos nuevos.

- Un ex gerente de la compañía dijo una vez que el mejor momento fue en 1996, cuando se quitaron del convenio colectivo artículos casi abusivos, como la jubilación anticipada o la jornada continua, pero que en los años siguientes los guagüeros fueron recuperando poco a poco aquel pulso que perdieron. ¿Qué le parece?

- Sí, es cierto. En el sector parece haber quedado claro que la mejor etapa de la empresa fue durante el mandato de [el concejal del Partido Popular Juan José] Cardona. Tuvieron la huelga y aguantaron presiones. Luego, todo evoluciona y aquel convenio se fue descremando hasta llegar a unos niveles que queremos reconducir. Los costes económicos del convenio actual, en todo caso, no están por encima del sector, pero es cierto que tiene una serie de rigideces que afectan al desarrollo de la compañía municipal, como el cómputo de la jornada laboral.

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